Cualquier vía que lleve al oriente
antioqueño, es una puerta a un destino mágico. Gracias a Antioquia es Mágica
por permitirnos vivir, una experiencia sensorial.
El Retiro es mágico. Gracias a una
invitación del Bureau de Medellín y la Secretaría de Turismo con su proyecto:
Antioquia es Mágica, vivimos de cerca el encanto que tiene este municipio
ubicado a tan solo 33 kilómetros de Medellín por la avenida Las Palmas.
Y es que para nadie es un secreto, que
uno de los mayores placeres de la vida es viajar, y además, enamorarse de los
lugares que visitamos gracias a las experiencias que activan nuestros cinco
sentidos.
La vista: El Retiro aún conserva lo
tradicional. Los colores, grandes ventanas, chapas de bronce y marcos adornan
este encanto de lugar. A una cuadra del parque principal, nos encontramos con
una casa que nos dejó perplejos, su decoración navideña se robaba todas las
miradas, y lo mejor, su propietaria, tan amable y querida, nos ofreció entrar
para ver los detalles más de cerca.
Olfato: el olor a campo es
indiscutible, la flora y fauna que adorna este municipio del oriente hace que
su olor nos quede impregnado. Pero la gastronomía típica, si que nos hizo hacer
un viaje por el pasado. Mejor dicho, aunque antes en las familias cocinaban en
leña y era de mucho esfuerzo, la comida quedaba más deliciosa. Revivimos esos
tiempos acompañados de chocolate, arepas, mantequilla y queso, y lo mejor, todo
hecho a mano y con mucho amor.
Oído: ¿A quién no le gusta reunirse
en familia y escuchar esas historias y travesías que tenían que vivir antes en
lo pueblos? Bueno, pues no estábamos en familia, pero éramos un grupo de
periodistas y comunicadores inquietos por conocer lo que pasaba muchos años
atrás. Esas tradiciones que los abuelos han tratado de conservar, pero que el
corre corre del día a día nos ha hecho olvidar. La idea de estos recorridos es
escuchar, observar y conservar lo nuestro.
Gusto: a veces por el tiempo u
ocupaciones no tenemos el gusto de disfrutar lo delicioso que es comerse una
buena arepa con quesito y un café. Por eso, al momento de viajar, nos
desconectamos para conectarnos con los lugares que visitamos. La cocina típica
del Pensil de la Abuela con la posibilidad de disfrutar del único
lugar en Antioquia que ofrece más de 50 tazas de café en Le Montañeré y
los platos tradicionales e innovadores del Balcón Azul, nos dieron una
completa variedad para no sólo pasar, sino quedarnos a vivir la experiencia
completa en El Retiro.

Tacto: la economía de este municipio
del oriente es por excelencia la madera y el arte que llevan ensamblando de
generación en generación. Tuvimos la fortuna de ver el arte que con las manos y
obras sociales hace Correcaminos, una empresa de bicicletas, pero que
dentro de su gran estructura, cuenta con sonrisas y muchísimo amor por lo que
hacen. Allí van niños y jóvenes para formarse y ver en la madera una
herramienta para aprender, experimentar y conservar lo que sus abuelos hacían
con sus padres.
Así mismo, la cerámica que colorea la
vida de Don José Saldarriaga, un MAESTRO en todo el sentido de la palabra
del arte que se hace con las manos pero que es inspirado por el corazón. Este
Alfarero ha dedicado su vida a pellizcar y darle forma a la mezcla.