Volvamos a viajar con seguridad, apreciemos los paisajes, la gastronomía y lugares exóticos de Antioquia. Trabajemos juntos por potenciar el turismo de nuestra región.
Fotos: Daniela García periodista octavioprensa.com
Los viajes que planeamos en familia son toda una odisea, conversaciones y risas por whatsapp, compras y preparativos, para unos es emocionante, acelerado, estresante, pero siempre divertido.
Todos teníamos ansías de salir de la monotonía y respirar otro aire, pues pasamos más de la mitad del año bajo el mismo techo y conectados al trabajo y actividades escolares. Ya era justo y necesario desconectarnos de la prisión domiciliaria de cinco meses, viajar y maravillarnos con los exuberantes paisajes de nuestra región.
Como todo un acontecimiento importante preparamos maletas, actitud y energía. No era para menos, nos esperaban 3 horas y media, casi 4 horas de viaje. La carretera pavimentada y rodeada de la inmensa vegetación que caracteriza nuestro bello departamento hizo de esta aventura, todo un sueño.
Nuestro destino elegido por democracia fue el corregimiento de La Dorada en Puerto Triunfo, en la punta de Antioquia, todo un paraíso por descubrir.
El calorcito empalagoso, el cielo azul potente, y la gente por ahí disfrutando, nos hacía sentir que todo volvía a los tiempos de antes, donde esperábamos las vacaciones o fines de semana para tomar el timón e irnos de viaje por carretera.
El grupo de 20 era realmente de turistas, ninguno conocía ni el pueblo, ni los charcos, ni mucho menos qué íbamos a llegar a hacer, estábamos en plan de aventura. Eso sí, de referencia sabíamos que queríamos tomar fotografías exóticas en La Aldea, para presumir en redes sociales, y por supuesto, para guardarlas en nuestros más lindos recuerdos.
Ese lugar mágico del que todo el mundo habla en redes sociales y es tendencia en internet. Nuestro propósito era conocer y sumar a la lista de destinos visitados en familia, un rinconcito más de Antioquia.
Sin duda alguna quedamos maravillados, las fachadas blancas, ventanas azules, flores y calles empedradas, eran la captura majestuosa de un paisaje. Nada que envidiarle a las islas griegas, porque en Colombia tenemos nuestro propio Santorini y tan cerca de Medellín como de Bogotá.
Tenga en cuenta que la actitud es fundamental, a un viaje no se va a dormir ni muchos menos a quejar. Aliste el sombrero, ropa ligera y protector solar.
Pregunte por la variedad de hoteles, hosterías y hospedaje, en temporada baja usted puede pagar 20.000 por persona, piscina todo el día por 4.000, cabañas desde 35.000, ¡mejor dicho! aventúrese, busque y arme el plan perfecto porque Antioquia es un paraíso para disfrutar.
